Dicen que los viajes ilustran y vengo regresando de uno y con tantas cosas que compartirles, que poco a poco voy a irles contando y es que soy fiel creyente de la manifestación de las sincronías y esta vez no ha sido la excepción.
Hace poco escribí sobre las verdades feministas, aquellas que usan su energía para crear en armonía (no aquellas que odian a los hombres, se pintan el pelo y hacen destrozos a la propiedad ajena) y visitando la casa museo “Palacio Cousiño”, se me manifiesta Isadora Goyenechea (1835-1897).
Su historia es muy interesante ya que ella al nacer en un ambiente privilegiado, decide utilizar sus conocimientos y experiencias para el bien común, llevando progreso a su propio país, Chile.
Su legado fue descrito de esta manera: Una mujer que trajo progreso, cuidó de su gente y tuvo mucha visión empresarial. ¡Que palabras tan potentes!.
Su padre muere cuando ella era muy pequeña, por lo que su madre se vuelve a casar con el socio de su esposo, quién también había quedado viudo y con un hijo pequeño, Luis Cousiño.
Isadora y Luis se enamoran y se casan. Ambos muy jóvenes se hacen cargo de la fortuna familiar como dueños de los yacimientos carboníferos en Lota. Al ser los únicos exportadores de Latinoamérica su importancia fue fundamental para considerarse la familia mas rica de todo Latinoamérica. Le vendían carbón a Gran Bretaña, Panamá, Montevideo y otros.
Tenían una gran flotilla de barcos y que durante la Guerra del Pacifico, Isadora la puso a disposición del gobierno Chileno y vigilo que no faltara carbón. Crearon la Compañía Ferroviaria del Sur, haciendo que el tren llegara mas allá de Santiago de Chile.
Poco duro su matrimonio, ya que su esposo moriría joven, dejándola con 7 hijos, la construcción de su palacio y al mando de toda la fortuna familiar de ambos.
Ella con un espíritu progresista y creador utiliza los medios económicos para llevar a su país nueva tecnología, buen gusto e ideas innovadoras, se le reconoce como una pionera de lo que hoy identificamos como Responsabilidad Social Empresarial, pues fue la primera empresaria en establecer un día de descanso y horario laboral de sus empleados.
Mando construir desde escuelas, hospitales, iglesias y asilos para los trabajadores de la zona carbonera. Para abatir la desnutrición de los niños creo la Gota de Leche, institución que daba leche gratis y educaba a las madres puericultura.
A cargo del mismísimo Thomas Alba Edison implementó la primer planta de Hidroeléctrica en Chile, en su palacio se construyó el primer elevador de Chile.
Intentó introducir el salmón en Chile, no tuvo mucho éxito, pero dejo un precedente. Llevo de Europa a Chile las cepas de vinos Cabernet, Merlot, Chardonay. También introdujo especies de arboles y plantas de Europa y Asia a Chile.
Al final de sus días muere en Paris.
Quise contarles esta historia pues me parece un ejemplo perfecto de como una sola persona (no importa si es mujer u hombre) tiene equilibradas sus dos energías; la masculina o eléctrica o la cabeza que es la que organiza, piensa el proyecto, el impulso creador, la idea primordial, el orden, la estructura, el patron del pensamiento, y la femenina o magnética o corazón, que es la que materializa o da a luz la idea, la que acoge, fluye, la que dota de belleza a su hogar y cuida de los demás, la que abarca a la comunidad, la que suma.
Si he podido despertar tu curiosidad sobre este tema, te invito a continuar investigando por tu cuenta.
Gracias por leerme.
Melissa.