Su energía es receptiva, relacionada con el planeta Venus y elemento tierra, se cree que esta piedra sigue evolucionando, es decir que su energía va a mayor potencia con el transcurso del tiempo. Es sumamente protectora, al grado que al detectar un peligro inminente puede romperse. Es muy poderosa para proteger de las radiaciones de cualquier tipo.
Se deberá tratar con precaución, no mojarla, no aspirar polvo en caso de trabajarla en bruto y debe ser limpiada después de cada uso con sal de mar.
Existe simbiosis con la Azurita y la Crisocola.