Mi Vuelta al Sol.

Justo en el año en el que encuentro el valor y la templanza para emprender el viaje de la sanación de mis heridas de la infancia y por consecuencia de mis ancestros, en sincronicidad (como diría Carl G. Jung), 15 días antes de concluir con mi vuelta solar, mi hermano y mi papá me comparten fotos de mi infancia.

La foto de la portada fue entregada por mi papá y al verla conecté de inmediato (ya era tiempo de hacerlo), reflexioné sobre esa pequeñita que estaba corriendo (bien mugrosita como diría mi mamá jajaja) con una gran sonrisa de felicidad. Cuanta inocencia y simplicidad pensé. 

Como si hubiera muerto, pasaron flashazos de toda mi vida. Pude recordar mi niñez con mi hermano cantando Yuri con una reata como micrófono, mi adolescencia bien rebelde, mi edad adulta en la que tenía que trabajar y pagar la renta y mi alimento y tuve ese sentimiento de “al final todo va a estar bien”, porque nunca estuve sola, siempre me tuve a mi.

Es por esta razón que hoy que inicio una nueva vuelta solar, me regalo estas palabras; de esta Meli que soy hoy, a la Meli de la foto.

Mi amor, la vida es un regalo, tu alma se enfiló para reencarnar y vivir esta experiencia material, no lo recuerdas por el velo del olvido con el que bajaste, pero eres un ser de pura luz, de puro amor. Se te presentarán muchos retos, serás feliz, tomarás malas decisiones, recibirás amor, en algunas ocasiones pensarás que ya no hay salida,  experimentarás sensaciones placenteras, renunciarás a todo un día y al otro te arrepentirás, te dormirás abatida, esperando que el día siguiente sea mejor. No te preocupes te  escogí nacer con mucha energía de fuego, que te impulsará a levantarte una y otra vez. No tengas miedo pues al final todo sale bien, lograrás conectar con la esencia del Ser que hoy identificas como “La Melissa Superior ja”, esa Melissa que desde las altas esferas te guiará por el camino del bien, de la luz, del amor. ¡Todo estará bien!.

Te celebró, te honro y reconozco la valentía con la que has caminado, “cagada de miedo pero lo has hecho”, sé que he sido estricta contigo al grado de dejarte sin aliento, te he puesto en situaciones complicadas y te pido perdón por eso. Hoy me integro contigo y te digo que te amo, que te cuidaré y trataré con dulzura cuando sea necesario. 

Estamos en paz, somos uno ya.

Gracias por leerme hoy.

Melissa

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