Rudolf Steiner hablaba de la importancia de conocer sobre los septenios de la vida de los humanos; que por cierto les recomiendo mucho estudiar sobre cada una de ellos para enriquecer más la etapa de la vida en la que se encuentra cada uno de ustedes.
En esta ocasión les voy a platicar sobre el primer septenio de vida, la etapa en la que el alma; que viene de planos superiores con una gran expansión y con toda la data adquirida, baja a las densidades materiales para vivir la experiencia humana (para ejemplificar es como si yo con mi talla 10 pretendo ponerme un traje de buzo talla 3 jajaja).
En este primer septenio el alma se va a ir acostumbrando a la vida en la materia, sus sentidos se van a limitar, ocasionando que esté abierta en su totalidad a la percepción de todo lo que la rodea, para así entender y experimentar su entorno.
Será de importancia tanto para los padres como para los cuidadores y educadores de los infantes hacerse conscientes de la influencia que tienen en el entorno de éstos.
En el mundo ideal este entorno tendría que contar con cualidades de bondad, belleza, armonía, juego libre, seguridad, respeto y los infantes irán aprendiendo por imitación.
Generalmente esto no sucede, por lo que el infante justo en esta etapa en la que, por sí mismo es un órgano de percepción, comenzará a experimentar situaciones desagradables y confusas.
Esto trae como consecuencia que mientras el infante duerme, tenga pesadillas. Sí, ¡entérense!, la razón por la que sus hijos tienen pesadillas es porque perciben un mundo hostil y/o no seguro, así de claro es, doloroso, pero verdadero.
Pero tranquilos, no todo está perdido… A parte de hacerse conscientes de esta situación, les voy a recomendar algunas herramientas que yo misma uso.
Como ustedes ya adivinaron yo fui una niña que tuvo demasiadas pesadillas hasta el cuarto septenio de mi vida. Porque una cosa trae la otra, entre más pesadillas tuve de pequeña, más miedo tenía, por lo que mi campo energético estaba tan lento/bajo que fui parasitada por el bajo astral hasta mi edad adulta.
Así que ahí van mis recomendaciones:
- Enseñar a los infantes que durante su sueño nada puede hacerles daño.
- Enseñar a los infantes técnicas de relajación como baños calientes, usos de aceites esenciales, respiraciones suaves y/o meditaciones.
- Enseñarles a los infantes técnicas de protección antes de dormir. Como visualizarse dentro de un huevito de luz azul y pedirle al Arcángel Miguel protección.
- Enseñarles qué a los monstruos se les manda amor, puro amor. Nada de luchar contra ellos con una espada o una pistola. No, nada de eso.
Les contaré una técnica que uso para cuando tengo parálisis en el sueño: Me hago consciente que estoy en un sueño y como no puedo moverme, saco de mi garganta el sonido.
En una ocasión estaba teniendo una pesadilla en donde no podía moverme y tenía manos encima de mí y junto a la escena estaba uno de mis guías o guardián quien me decía (en el astral la comunicación es telepática) “salte, salte, salte” y yo le decía “pus no puedo moverme”, así que en ese momento penśe “el sonido es energía, la energía se mueve” y comencé a sacar el sonido desde mi garganta y pude salir de la pesadilla.
Desde ese momento, como si fuera Yuri u otra cantante, hago vocalizaciones con la boca cerrada, para que si fuera necesario, tener bien entrenada la garganta. Usar las vocales potencializa más.
También recomiendo que en las habitaciones de los niños haya una luz muy tenue, en este caso en la tienda en línea podrán comprar lámparas de fluorita, amatista y de más.
Finalmente y no menos importante, pido a los padres o cuidadores hacerse conscientes de la atmósfera que generan dentro de sus hogares, evitando así manifestar hostilidades y falta de amor. Recuerden el principio Hermético de Correspondencia “Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”.
Si he podido despertar tu curiosidad sobre este tema, te invito a continuar investigando por tu cuenta. Gracias por leerme.
Melissa